En vano entre la sombra mis brazos, siempre abiertos,
asir quieren su imagen con ilusorio afán.
¡Qué noche tan callada, qué limbos tan inciertos!
asir quieren su imagen con ilusorio afán.
¡Qué noche tan callada, qué limbos tan inciertos!
Muy vasta, muy distante, muy honda, si muy honda,
Ha de ser donde navega mi mente como un tímido
Albor; para que aquella madre tan buena no responda
ni se estremezca al grito de mi infinito amor.
ni se estremezca al grito de mi infinito amor.
labios me decían, las palabras que a veces fueron oídas,
y que extraño después de tu partida, fue débil mujer de mandamiento
plasmada de porcelana y de miedos, de rezos,
y que extraño después de tu partida, fue débil mujer de mandamiento
plasmada de porcelana y de miedos, de rezos,
de oración, y encuentro…
En ella pienso hoy, en ella que fue mi amor y mi elocuencia
mi angustia, mi alegría, la que con su aroma me impregnó la vida
dándome fragancias para que sonriera y yo dándole
mi angustia, mi alegría, la que con su aroma me impregnó la vida
dándome fragancias para que sonriera y yo dándole
espinas para que sufriera.
En ella pienso hoy, sin ser olvido a mi mente y corazón,
en ella pienso hoy como un suspiro, como el ave que en un largo vuelo
hecho pedazos... nos dejó su nido… y su cama yerta aun encuentro tibia.
En ella pienso hoy, sin ser olvido a mi mente y corazón,
en ella pienso hoy como un suspiro, como el ave que en un largo vuelo
hecho pedazos... nos dejó su nido… y su cama yerta aun encuentro tibia.
dorasilvanabulbo@gmail.com
10 AGOSTO DEL 2012
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