Se acerca el veredicto me han dicho los letrados
a tu corazón le llegó el juicio, el mío, quedará liberado.
Se acerca el veredicto se ha puesto de acuerdo el jurado,
el culpable ha de pagar, no será perdonado.
El mal que me has hecho no se arregla con un perdón,
si a mi espíritu has deshecho, si ninguna compasión.
Ya no más conversaciones tratando de apaciguar mi ira,
has vendido mis ilusiones, sobornándome con mentiras.
Ya no más contemplaciones, si mil heridas me has causado,
siendo victima de tus alevosías a mi esencia has condenado.
Mas hay un Ser Supremo que juzga desde
arriba,
El nunca se equivoca al tomar sus
decisiones,
ha hecho un balance… y a la corte Celestial, ha preguntado:
¿Quién de los dos merece mayor castigo?
¿Si yo por crédula o tu por mal nacido?
Ya has comprendido que este juicio no es humano…
¿Qué quién me lo ha dicho, qué cómo me
he enterado?
Es que por ser inocente un emisario han
enviado; habiendo decidido:
1°_Que tu corazón quede prisionero por
tantos malos actos cometidos.
2°_Serás exiliado a la pena máxima de
vivir en la desesperanza y el desconsuelo.
3°_De amarme hasta el delirio, con el
cuerpo y con el alma, sin que puedas encontrar en otra: alivio, sosiego y
calma. Reconociendo que fui el principio del final de tu historia, que me
llevarás grabada en tu memoria, hasta el final de tus días.
4°_Vivirás con el remordimiento de saber
cuanto daño hiciste por tu cobardía, por temor a perder el patrimonio que te unía,
a ese notorio arreglo por el cual decías estar muerto… así te di mi vida, olvidándome
de la mía, te di mis sueños porque te sentí creador y dueño.
Pero tu pecado fue mayor al inventar que
yo no existía, que no me conocías, y tu indecisión de no retenerme a tu lado
cuanto más falta me hacías, por las veces que prometiste NO dejarme; por ningún
motivo…
La hora del juicio ha llegado, por eso
el Señor te declara insolvente por tan
baja hombría, y por no ser coherente en el momento preciso.
Y por último serás condenado, por tu
olvido, por tantas traiciones, por no ser altruista ante mi lealtad, y que no
dudaste en quebrar, por el sólo hecho de aparentar fidelidad.
Ahora yo, quedaré libre de un pasado que
me agobia, al saber que ya no ríes, por que sé que lloras, ya que vivirás
triste y sin gloria. Por lo tanto, debido al justo juicio de Dios; yo…
yo he logrado la victoria…