SÓLO PARA TI
Un tibio sol de otoño brillaba esa mañana.
Los pájaros cruzaban de todos los sectores.
De pronto, aquel paisaje; una enorme ventana,
y un jardín floreciente de plantas y flores.
como si aquello fuera una misión secreta
y estaban en silencio, recubiertas de olvido,
con el nombre grabado sobre un color, violeta.
Y me acordé al instante de tu voz milagrosa,
de tus ojos, tus manos, tu resplandor de estrella
y las fui recogiendo. Y aquella mariposa,
que me dijo al oido; ¿Estás pensando en ella?
Por supuesto que pienso, le expresé prontamente.
¿Por qué? Me dijo al vuelo. Si tú no la conoces.
Claro que la conozco, repliqué tiernamente
está aquí, en éste ramo, en medio de mil voces.
Aqui están su figura, sus tiernas emociones,
el mundo de mi cielo, el farol de una esquina
sus palabras azules, tal vez dos corazones,
y la expresion de tiempos, en su nombre Regina.
Está el rubí del ceibo descansando en sus labios.
El despertar del sueño en la melancolía.
Un libro de poemas con pensamientos sabios,
y un estar sólo, en medio de dos, en compañia.
Ya se, no la conozco, pero debo decirlo,
está aqui, yo la veo; mi ventana indiscreta
me acerca su perfume, sus ojos... que al abrirlos,
me miran desde el fondo, de un ramo de violetas.