¿Es el tiempo un enemigo cruel? Da, quita, arrasa, ignora, envuelve… Tiene el inmenso poder de condicionarnos, de claudicarnos en el olvido, como también, de marchitar nuestros sentidos.
No permite sembrar semillas para que florezcan jardines, obliga a que se claven espinas, para que no crezcan rosas y jazmines. Destroza ilusiones sin tener en cuenta el dolor, arranca esperanzas… ¡Vaya a saber con qué intención!
Despiadado y dañino dispone de nuestras acciones, de a poco, y lentamente va matando emociones.
En un determinado momento, un día cualquiera, una de esas mañanas despiertas y el espejo te devuelve una imagen que no deseas ver, con arrugas, con surcos, desgastada de la cabeza a los pies. ¡Quién robó la lozanía rozagante de aquella joven piel!
¿Es el tiempo un enemigo cruel?
Según de que manera, nos toque vivir con él. Es razonable que meditemos, que todos somos sus esclavos al fin, que tarde o temprano ten-dremos que partir.
Aunque feliz ha sido quien supo convivir con el, teniendo el valor de ignorarlo, pues todo aquel que lo tuvo de enemigo, siendo cobarde al enfrentarlo, no ha hecho otra cosa que sentenciarse, a ser infeliz…
Comprendiendo que no podremos impedir que el tiempo pase, siga su curso, y nosotros somos sus huéspedes, hasta que llegue el ocaso de nuestro existir… Y la noche nos invite a un sueño sin fin…
DORA SILVANA BULBO
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