HOY, NO ME PRONUNCIEN POETA

Hoy he dejado de llamarme poeta, no me pronuncien escritora,
solo escribo versos amargos, he dejado de ser la trovadora
Que lejos ha quedado el arte, ese que tanta veces soñé
La fría realidad me despoja de fantasías bohémicas, líricas,
de un ayer platónico y también vacío, remitiéndome a rimas prosaicas, triviales…
Aunque ya sin retornos… sé que me encadenan, me enlazan, me enredan, a un protagonismo banal y erróneo, aun período de mi vida pasada, terca, inmanejable, indiferente… que hoy me condena a este presente que claudica y a un después que tanto pesa.
Aunque la pluma me lleve a escritos sintácticos del pasado
se han tornado pobres, dolientes, sarcásticos.
Discúlpenme los presentes, por este estado fraudulento
mas hoy no me pronuncien poeta, pues la tristeza
me ha embargado, a un raudal de hechos sin nada, y mi alma solloza y mi espíritu gime, por aquel retoño que se apoderó de mi negligencia, tal vez
helando mi esencia, donde todo era orden dentro del desorden.
Desde el día que huyendo fui, trazando nuevos horizontes y hoy de nada sirven, si muerta está la esencia de la poeta, por el desamor sin proyectos, por el dolor de quien fue su vida, su inspiración, su armonía, se diluye como el agua
de que me sirven esas rimas que me infundían tantas épicas, odas, poesías… Hoy no me pronuncien poeta, hoy murió la escritora en pos del aquel niño, que a su alma tanto mutiló y a su aliento poquito a poco…destruyó.