Abandonada y la deriva se encontraba, una gatita muy audaz y traviesa
viviendo de lo que podía darle la naturaleza, junto a ella, sus hermanitos,
nacidos de una madre callejera y un padre de la alta sociedad,
Gato Del Bosque de Noruega.
Y como suele pasar en estos casos, cuando la mamá tenía la pancita
llena de hijitos... El no tan Noble, Señor Gato, los abandonó para casarse
con una señorita de casta sublime y de gran Título, llamada Gata Siberiana.
La mamá murió de tristeza, los hermanitos se fueron perdiendo... pero aquella
gatita audaz e inteligente, probó suerte y buscó a alguién que la quisieran y
pudiran protegerla, andaba espiando por los alrededores y de pronto supo que
debía golpear en esa puerta, aunque no le querían abrir, insistió e insistió, con
maullidos, quejidos, ronroneos, pedía comida, leche... Hasta que una señora la
tomó entre sus brazos y empezó a mimarla, darle besos y a decirle lo linda que
era, su pelaje marron rojizo, pechito blanco, rulitos como oveja...
¡Bueno- Terminó quedándose en la casa! La llamaron Sashita y fue tratada como
una Princesita. Después de todo Heredó el linaje paterno: GATO DE NORUEGA.
Ahora en Octubre va a cumplir diez años, tuvo y tiene una vida muy feliz,
dado que su dama de compañia la ha llevado a recorrer el mundo, la lleva al
veterinario periodicamente, le aplica las vacunas cada año, o sea para tenerla
hay que atenderla bien,
viven compenetradas, con un lazo invisible pero al mismo tiempo
indestructible, se han dado amor recíprocamente y mucho apoyo, en cada batalla
que hubo que luchar, en cada pelea que hubo que afrontar...
FELIZ DÍA DEL ANIMAL, MI DULCE SASHITA.
DORA SILVANA BULBO
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