REMEDIOS PARA MIS MALES

No existe medicina para algunas
clases de enfermedad, como la
nostalgia, melancolía, tristeza aguda
ni ningún otro bálsamo para calmar.


No hay cura posible para aliviar
el dolor que causa el nido vacío,
de aquellos gorriones que decidieron volar
porque la realidad de la vida así lo quiso.


Como quitarles las alas a las palomas,
como detener el aleteo de los pichones.
Si lo que hicimos fue precisamente, enseñarles
a sortear obstáculos, lomas, pasos torpes…


No se puede explicar con palabras
la desazón del alma a medias,
del corazón partido por situaciones raras,
el espíritu inmerso, en un montón de recetas medicas.


Mis ojos anegados en lágrimas caen en profundidades
acuosas a los que la realidad no puede alcanzar.
¡Y aquel pasado se pierde, en las tenebrosidades
de algún recoveco, de roca amusgada!


Busco lo que es imposible de recuperar
ansío en mis atares de bohemia, soñadora volver
el tiempo atrás, y tal vez de esa manera empezar
a tejer esos pedacitos de antaño, ininterrumpidos
por los ovillos de lana que estaban olvidados
en un armario de madera opacada, de apariencia gastada.
Pero que en su interior, aun late un corazón que clama…
Allí, allí están guardados los remedios para mis males,
así se podrán sanar… agonías, angustias y malestares.


DORA SILVANA BULBO